Los requisitos funcionales de un sistema de información se refieren a las tareas que el sistema debe realizar para cumplir con los objetivos de la organización. Los requisitos no funcionales, por otro lado, se refieren a las características del sistema tales como la fiabilidad, la escalabilidad y el rendimiento. Ambas clases de requisitos son importantes para el éxito de un sistema de información.
Los requisitos funcionales se deben derivar de los objetivos de negocio de la organización. Por ejemplo, si una empresa quiere aumentar las ventas, el sistema de información debe brindar la funcionalidad necesaria para realizar tareas tales como el seguimiento de los clientes, el procesamiento de pedidos y el envío de facturas. Otro ejemplo de requisitos funcionales podría ser la capacidad de un sistema para generar informes o para realizar tareas de análisis.
Los requisitos no funcionales son aquellos que no se relacionan directamente con las tareas que el sistema debe realizar, pero que afectan el desempeño del sistema. Los requisitos no funcionales pueden incluir características como la fiabilidad, la seguridad, el rendimiento, la escalabilidad y la usabilidad. Por ejemplo, un requisito no funcional podría ser que el sistema sea fácil de usar, lo que significa que los usuarios deben poder aprender a usar el sistema de forma rápida y eficiente.
Los requisitos funcionales y no funcionales deben ser documentados de manera clara y concisa. Los requisitos deben ser revisados y aprobados por todas las partes interesadas antes de que el desarrollo del sistema comience. Si los requisitos no se documentan de manera adecuada, es probable que el sistema no cumpla con las expectativas de la organización y no se pueda implementar de manera exitosa.