Los requisitos funcionales de una aplicación web se refieren a la funcionalidad del sitio web y a las tareas que el usuario podrá realizar en él. En este sentido, los requisitos funcionales se centran en la interacción entre el usuario y la aplicación. Por ejemplo, un requisito funcional podría ser "El usuario debe poder buscar un producto en la tienda online".
A diferencia de los requisitos no funcionales, que se centran en aspectos técnicos de la aplicación (como el rendimiento, la escalabilidad, etc.), los requisitos funcionales se centran en la usabilidad y la funcionalidad del sitio web.
Por lo tanto, los requisitos funcionales deben ser lo suficientemente específicos y detallados como para que el desarrollador pueda comprender qué es lo que se espera de la aplicación. Sin embargo, también deben ser lo suficientemente generales como para que el desarrollador tenga margen de maniobra a la hora de implementarlos.
En resumen, los requisitos funcionales deben ser: