Un requisito funcional es una característica del software que debe cumplir el sistema para satisfacer los objetivos del usuario. Los requisitos funcionales se basan en las necesidades del usuario y deben ser lo suficientemente específicos para que el desarrollador pueda implementarlos en el software. Algunos ejemplos de requisitos funcionales incluyen la capacidad de realizar cálculos matemáticos, enviar y recibir mensajes de correo electrónico, almacenar y recuperar información de una base de datos y mostrar información en un formato legible para el usuario.
Los requisitos funcionales deben ser lo suficientemente detallados para que el desarrollador pueda comprender qué se necesita, pero no deben ser tan detallados que el proceso de desarrollo se vuelva más complicado. Es importante tener en cuenta que los requisitos funcionales pueden cambiar a medida que el proyecto avanza, por lo que es importante revisarlos y actualizarlos periódicamente. El documento de requisitos funcionales debe ser un documento vivo que se pueda actualizar fácilmente.
Los requisitos funcionales se pueden dividir en categorías para ayudar al desarrollador a comprender mejor qué se necesita. Algunas de las categorías comunes incluyen la interfaz de usuario, las funciones del sistema, la seguridad, el rendimiento, la compatibilidad y la protección de datos. Cada una de estas categorías puede contener una serie de requisitos específicos que se deben cumplir para satisfacer las necesidades del usuario.
Los requisitos funcionales deben ser revisados y aprobados por el cliente antes de que el desarrollador comience a trabajar en el proyecto. Es importante asegurarse de que todos los requisitos estén claramente definidos y que el cliente esté de acuerdo con ellos. Una vez que se haya aprobado el documento de requisitos funcionales, el desarrollador puede comenzar a trabajar en la implementación del software.