La comunicación educativa es una herramienta esencial para el aprendizaje. Sin embargo, para que sea efectiva, debe cumplir ciertos requisitos funcionales. En primer lugar, debe ser clara y concisa. No debe incluir información innecesaria o confusa. En segundo lugar, debe ser coherente. Todos los elementos del mensaje deben estar relacionados y tener sentido. En tercer lugar, debe ser completa. El mensaje debe incluir toda la información relevante. Finalmente, debe ser persuasiva. El mensaje debe motivar y convencer al destinatario.