La sentencia es un documento oficial que contiene la decisión de un juez sobre un caso. En ella se especifica qué partes ganan o pierden el caso, así como las consecuencias de dicha decisión. Las sentencias deben cumplir con ciertos requisitos formales para que sean válidas. A continuación, se detallan algunos de estos requisitos:
La sentencia debe redactarse por el juez o el magistrado que presidió el juicio. En algunos países, el secretario del tribunal puede redactar la sentencia, pero debe hacerlo bajo la supervisión del juez.
La sentencia debe especificar las razones por las cuales se llegó a esa decisión. Esto permite a las partes comprender el motivo de la decisión y, si corresponde, presentar un recurso.
La sentencia debe notificarse a las partes. Esto significa que las partes deben recibir una copia oficial de la sentencia, de modo que sepan cuál es el resultado del caso.
Si una sentencia no cumple con estos requisitos formales, puede anularse. Esto significa que el caso puede reabrirse y volver a juzgarse. Las sentencias deben redactarse cuidadosamente para evitar este resultado.