Los espacios confinados son aquellos en los que una persona puede quedar atrapada si se produce un derrame, un escape o un derrame. Los espacios confinados incluyen, entre otros, tanques, silos, tuberías, conductos, espacios interiores de estructuras, compartimentos de carga y ciertos vehículos. Estos espacios representan un riesgo significativo para los trabajadores, ya que pueden estar expuestos a atmósferas tóxicas, asfixiantes o explosivas. También pueden estar en contacto con materiales peligrosos o estar expuestos a condiciones de trabajo extremas, como el calor o el frío. Los espacios confinados también pueden presentar un riesgo de ahogamiento si se produce un derrame de líquidos o una acumulación de gas.
Para minimizar el riesgo de accidentes o enfermedades relacionadas con los espacios confinados, se deben seguir una serie de pautas y requisitos. En primer lugar, se debe evaluar el espacio para determinar si existe un riesgo de que se produzca un derrame, un escape o una acumulación de gas. En segundo lugar, se debe evaluar el riesgo de exposición a atmósferas tóxicas, asfixiantes o explosivas. En tercer lugar, se debe evaluar el riesgo de contacto con materiales peligrosos. En cuarto lugar, se debe evaluar el riesgo de exposición a condiciones de trabajo extremas. Finalmente, se debe tomar una serie de medidas para minimizar el riesgo de accidentes o enfermedades relacionados con los espacios confinados.
Algunas de las medidas que se deben tomar para minimizar el riesgo de accidentes o enfermedades relacionados con los espacios confinados son las siguientes: