A partir del 21 de marzo de 2020, se exige a todos los viajeros que ingresen a Estados Unidos presentar una prueba de que no tienen coronavirus (COVID-19). Se aceptan pruebas de PCR y de antígenos realizadas hasta cuatro días antes del viaje. Los viajeros deben proporcionar la prueba al personal de aduanas y protección fronteriza de EE. UU. al llegar al aeropuerto o puerto de entrada.
La FDA está autorizando el uso de ciertas pruebas de detección de antígenos para el COVID-19. Una prueba de detección de antígenos es una prueba que se usa para detectar proteínas específicas de un virus en muestras de tejido obtenidas del cuerpo. Las pruebas de detección de antígenos para el COVID-19 pueden brindar resultados rápidos, lo que permite que las personas sepan si tienen el virus en el momento en que se realiza la prueba.
Actualmente, se cree que las personas infectadas con el COVID-19 pueden infectar a otros aproximadamente dos días antes de que comiencen a sentirse enfermas. Es posible que una persona infectada con el COVID-19 no tenga síntomas y, por lo tanto, pueda no saber que está enferma. Las pruebas de detección de antígenos pueden ayudar a identificar a las personas infectadas con el COVID-19, incluso si no tienen síntomas, y pueden ayudar a evitar la propagación del virus.
La CDC recomienda que las personas con síntomas de COVID-19 se hagan una prueba de PCR o de antígenos. Las personas que no tienen síntomas y viajan al exterior también deben considerar hacerse una prueba de PCR o de antígenos 3-5 días antes del viaje y otra prueba 3-5 días después del viaje.