Para jugar a Dofus, necesitas tener un ordenador con un sistema operativo Windows, Linux o Mac, así como una conexión a Internet. No es necesario tener una tarjeta gráfica de alta gama para jugar a Dofus, pero necesitarás un procesador rápido y una buena conexión a Internet.
El juego se divide en dos partes: el mundo offline, en el que puedes moverte libremente, y el mundo online, en el que puedes interactuar con otros jugadores.