En España, el despido objetivo es una forma de extinción del contrato de trabajo que se produce cuando el empresario tiene causas económicas, técnicas, organizativas o productivas que justifiquen el cese de un trabajador o de un grupo de trabajadores. Se considera despido objetivo cuando se ajusta a lo establecido en el artículo 55 del Estatuto de los Trabajadores.
Para poder proceder al despido objetivo por causas económicas, técnicas, organizativas o productivas, el empresario debe acreditar que concurren dichas causas y que ha seguido el procedimiento establecido en la ley. Además, debe notificar el despido al trabajador por escrito y en el plazo establecido por la ley.
El despido objetivo es una forma de despido que permite al empresario cesar el contrato de trabajo de un trabajador de forma más rápida y sencilla que el despido disciplinario o el despido improcedente. No obstante, el despido objetivo tiene unos requisitos muy estrictos que deben cumplirse para que sea considerado como tal y no como un despido improcedente.
Para que el despido objetivo sea considerado como tal, es necesario que se acredite que concurren las causas económicas, técnicas, organizativas o productivas que justifican el cese del trabajador. Además, el empresario debe seguir el procedimiento establecido en la ley y notificar el despido al trabajador por escrito y en el plazo establecido por la ley.