El testamento es un documento por el cual una persona (testador) manifiesta su voluntad respecto a la disposición de sus bienes después de su muerte. Para que el testamento sea válido, debe cumplirse con ciertos requisitos establecidos por la ley.
El requisito principal es que el testador debe tener capacidad para hacer el testamento. Esto quiere decir que debe tener plena capacidad de obrar, es decir, que debe ser mayor de edad y tener plena capacidad mental.
Otro requisito es que el testamento debe ser otorgado por escrito. Esto significa que el documento debe estar redactado por el propio testador o por un notario público. No es válido un testamento verbal.
Por último, el testamento debe ser firmado por el testador. Si el documento fue otorgado por un notario público, debe estar firmado por este y por el testador. En cambio, si el testamento fue redactado por el propio testador, debe estar firmado por este y por dos testigos.