Para jugar a Dead Rising necesitarás:
Dead Rising requiere una consola Xbox 360, un controlador inalámbrico Xbox 360, un televisor o monitor con una entrada HDMI, un disco duro Xbox 360 de 120 GB o mayor y 5 GB de espacio libre en el disco duro. Dead Rising también requiere una tarjeta de sonido compatible con Microsoft DirectX 9.0c y una conexión a Internet de banda ancha.