Para que un contrato sea válido, debe cumplir con ciertos requisitos. En primer lugar, debe haber una oferta y una aceptación válidas. La oferta debe ser clara y específica, y la aceptación debe ser una respuesta a la oferta que cumpla con todos sus términos. Además, ambas partes deben estar de acuerdo en los términos del contrato y en que existe un acuerdo. Finalmente, el contrato debe ser realizado por personas que tengan capacidad para contratar. Si falta cualquiera de estos elementos, el contrato no será válido.