Los contribuyentes pueden deducir ciertos gastos de sus ingresos brutos anuales, lo que se conoce como "deducciones autorizadas". Estas deducciones se permiten para ayudar a los contribuyentes a pagar menos impuestos sobre sus ingresos. Algunos de los gastos que se pueden deducir incluyen los pagos de intereses de hipoteca, los gastos de educación y los gastos médicos.
Para poder deducir cualquiera de estos gastos, los contribuyentes deben cumplir con ciertos requisitos. En primer lugar, el gasto debe ser necesario y relacionado con la generación de ingresos. En segundo lugar, el contribuyente debe tener un comprobante que muestre que el gasto se realizó. Y, en tercer lugar, el contribuyente debe mantener un registro de sus gastos.
Los contribuyentes que cumplen con todos estos requisitos pueden deducir los gastos de sus ingresos brutos anuales. Si bien esto significa que pagarán menos impuestos, también significa que tendrán que presentar más papeles al Servicio de Rentas Internas. Por lo tanto, es importante que los contribuyentes se aseguren de cumplir con todos los requisitos antes de deducir cualquier gasto.