La querella es una demanda penal que se presenta ante un tribunal para iniciar un proceso penal. Se trata de una demanda penal individual, es decir, solo la persona agraviada o perjudicada por un delito puede interponerla. En algunos casos, también se puede presentar una querella colectiva, que es aquella que presenta una agrupación de personas que han sido víctimas del mismo delito. En ambos casos, la querella debe ser interpuesta por escrito y dirigida al tribunal competente.
Para que la querella tenga efectos, el querellante debe acreditar determinados requisitos. En primer lugar, debe acreditar su identidad y domicilio. A continuación, debe especificar de forma clara y concisa los hechos que considera constitutivos de un delito y el nombre y domicilio del presunto autor del delito. Por último, debe señalar el tipo de delito que se ha cometido y adjuntar todas las pruebas que puedan servir de fundamento a la querella.
Una vez presentada la querella, el tribunal deberá admitirla a trámite o declararla improcedente. Si la querella es admitida a trámite, se le dará curso al procedimiento penal y se notificará al querellante y al presunto autor del delito. Si, por el contrario, el tribunal declara la querella improcedente, deberá motivar su decisión y notificarla tanto al querellante como al presunto autor del delito.