La compra de viviendas de protección oficial (VPO) a segunda mano se realiza a través de subasta pública, salvo que se trate de la ampliación de la vivienda adquirida en algunos casos en los que se permite la compra directa. Para poder optar a adquirir una vivienda de segunda mano, deben cumplirse unos requisitos específicos que se detallan a continuación.
En primer lugar, el comprador debe ser mayor de edad y tener nacionalidad española o de alguno de los estados miembros de la Unión Europea, o ser ciudadano suizo. Asimismo, debe acreditar que no tiene otra vivienda propia a su nombre en España, salvo en los casos en los que la vivienda a adquirir se destine a alquiler.
En cuanto al precio de la vivienda, este no podrá superar los precios máximos establecidos por el Ministerio de Fomento en función de la Comunidad Autónoma en la que se encuentre la vivienda. No obstante, en el caso de que el precio de la vivienda subastada sea inferior al precio máximo establecido, el comprador podrá abonar la diferencia.
Por otro lado, el comprador deberá hacer frente a los gastos de notaría y registro de la vivienda, así como a los impuestos correspondientes. En concreto, el impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITPAJD) asciende al 8% del valor de la vivienda y el impuesto de Plusvalía Municipal será del 1,1% en el caso de que el municipio en el que se encuentre la vivienda lo tenga establecido.
Para poder optar a la compra de una vivienda de segunda mano, el interesado deberá presentar la solicitud correspondiente en el registro de entradas del Ayuntamiento en el que se encuentre la vivienda o en cualquier otro registro habilitado a tal efecto. En la solicitud, el interesado deberá indicar sus datos personales, así como acreditar que cumple con los requisitos exigidos.