Los bomberos de Castilla-La Mancha están entre los mejores preparados de España. Se trata de un cuerpo de élite, con unos requisitos muy exigentes para formar parte de él.
Para ser bombero en Castilla-La Mancha hay que ser mayor de 18 años, tener titulación de Bachillerato o equivalente y estar en posesión del Carné de Conductores de Vehículos Ligeros.
Además, es necesario superar una serie de pruebas físicas y psicotécnicas, así como un curso de formación específico de nueve meses de duración.
Una vez superadas todas estas pruebas, los nuevos bomberos son incorporados a una de las cuatro Unidades de Bomberos de Castilla-La Mancha: Albacete, Ciudad Real, Cuenca o Toledo.
Los bomberos de Castilla-La Mancha están preparados para afrontar todo tipo de emergencias, desde incendios forestales a accidentes de tráfico, pasando por rescates en altura o en espacios confinados.
En cualquier caso, los bomberos de Castilla-La Mancha siempre están dispuestos a ayudar a la ciudadanía y a hacer frente a cualquier situación de peligro.