La banca privada es un servicio de atención personalizada que presta el sector bancario a aquellas personas físicas con altos ingresos y/o patrimonio. Se diferencia de la banca comercial o de empresas porque está orientada a la atención de clientes particulares, a diferencia de la banca comercial, que está enfocada a la atención de empresas y autónomos.
Para acceder a este servicio, los requisitos básicos son:
- Tener nacionalidad española o ser residente en España con un permiso de residencia en vigor.
- Tener 18 años cumplidos.
- No tener ninguna prohibición judicial para contratar servicios bancarios.
En cuanto a los requisitos económicos, estos suelen ser:
- Tener ingresos superiores a 30.000 euros anuales, aunque este importe puede variar en función de la entidad bancaria.
- Tener un patrimonio valorado en más de 300.000 euros, aunque este importe también puede variar en función de la entidad.
En cuanto a los requisitos documentales, estos suelen ser:
- Acreditar la identidad mediante el DNI o el pasaporte.
- Acreditar la residencia en España mediante el DNI o el permiso de residencia.
- Acreditar los ingresos mediante la presentación de la declaración del IRPF o, en su caso, de la declaración de la renta de los últimos tres años.
- Acreditar el patrimonio mediante la presentación de la declaración del IRPF o, en su caso, de la declaración de la renta de los últimos tres años.
En cuanto a los requisitos formales, estos suelen ser:
- Realizar un ingreso mínimo en la cuenta, que suele ser de 3.000 euros.
- Mantener un saldo mínimo en la cuenta, que suele ser de 10.000 euros.
- Contratar un seguro de vida o de invalidez con la entidad bancaria.