Para poder acceder a la extranjeria en España, uno de los requisitos que se piden es el arraigo social. Esto quiere decir que el solicitante debe demostrar que tiene vínculos afectivos y sociales con España, y que se ha integrado en la sociedad española.
Para demostrar el arraigo social, se pueden aportar diferentes documentos. Entre ellos, el certificado de empadronamiento, el contrato de trabajo, la matrícula universitaria o el certificado de inscripción en la Seguridad Social. También se pueden aportar otros documentos que no sean oficiales, como las cartas de invitación a eventos o las fotografías.
En cualquier caso, el arraigo social se entiende como una prueba de que el extranjero se ha integrado en la sociedad española y que tiene intención de continuar viviendo en España.