Para abrir una cuenta corriente en la mayoría de los bancos es necesario:
- Ser mayor de edad.
- Estar empadronado en la ciudad donde se va a contratar el servicio.
- Acreditar una situación laboral mediante la presentación de una nómina, una pensión o un certificado de alta en la Seguridad Social.
- Aportar un documento de identidad en vigor, ya sea el DNI, el pasaporte o el permiso de residencia y, en su caso, el NIE.
También se suelen solicitar otros requisitos como:
- Ser titular de una cuenta en el banco.
- No tener deudas pendientes de pago con el banco.
- No figurar en ficheros de morosidad como ASNEF o RAI.
- Contar con un justificante de domicilio en vigor, como una factura de la luz, del gas o del agua.