Para poder adoptar un niño, existen una serie de requisitos que deben cumplirse. En primer lugar, los futuros padres adoptivos deben tener entre 25 y 45 años de edad. También deben estar casados y haber vivido juntos como pareja durante al menos cinco años. Además, deben residir en el mismo domicilio y tener una situación económica estable. Asimismo, los futuros padres adoptivos no deben padecer ninguna enfermedad mental o física que pueda impedirles el cuidado adecuado del niño. Tampoco deben tener antecedentes penales ni estar involucrados en ningún procedimiento judicial en el momento de presentar la solicitud de adopción.
Otro requisito para poder adoptar es no tener hijos biológicos. No obstante, en algunos casos se pueden presentar excepciones. Así, por ejemplo, si el niño que se pretende adoptar es hermano del hijo biológico de la pareja adoptiva, no será necesario que cumplan con este requisito. También se pueden presentar excepciones en el caso de que el niño a adoptar tenga alguna discapacidad o necesidad especial y los futuros padres adoptivos estén en condiciones de ofrecerle el cuidado y atención que requiere.
Por último, cabe destacar que, para poder adoptar, es necesario que los futuros padres adoptivos participen en un programa de formación específico. Este programa tiene una duración de 40 horas y su finalidad es informar a los futuros padres sobre el proceso de adopción, así como prepararles para el cuidado y educación del niño. Algunas de las temáticas que se tratan en este programa son el desarrollo psicosocial del niño, la igualdad de oportunidades, la educación en el hogar o el maltrato infantil.