Un requisito excluyente es una condición o característica que debe cumplirse para que una persona pueda acceder a un beneficio, producto o servicio. En otras palabras, se trata de un requisito imprescindible para poder gozar de algo. Por ejemplo: “Para postular a la beca, el requisito excluyente es no tener antecedentes penales”, “El seguro de vida tiene un requisito excluyente de edad: solo cubre a personas mayores de 18 años”, “La tarjeta de crédito tiene un requisito excluyente de ingresos: debes tener un salario mínimo de $1.500 para acceder a ella”.
En general, se entiende que un requisito excluyente es aquel que no admite excepciones: o se cumplen las condiciones establecidas o no se puede acceder al beneficio. No obstante, en algunos casos se puede hacer una excepción: “La norma dice que solo se pueden llevar dos equipajes de mano, pero si el vuelo está lleno, el requisito excluyente es llevar solo uno”, “El restaurante no admite niños, pero hice una excepción porque era una familia con un bebé”.
Se suele usar el término “requisito excluyente” en el ámbito laboral. En este contexto, se trata de una característica o condición que debe cumplirse para poder optar a un puesto de trabajo. Por ejemplo: “El requisito excluyente para optar a esta plaza es tener experiencia en el sector”, “Para el puesto de contable, el requisito excluyente es estar titulado”, “El requisito excluyente para ser azafata es tener una buena presencia y un excelente nivel de inglés”.
En algunos casos, un requisito excluyente puede ser cuestionable. Por ejemplo, en algunas ofertas de trabajo se pide como requisito excluyente que la persona sea del sexo masculino o femenino. Esto puede ser cuestionable porque se está discriminando a las personas que no se identifican con el género binario. Otro requisito excluyente cuestionable es el de la edad, especialmente en el caso de los mayores de 45 años, que suelen tener más dificultades para encontrar trabajo.