La ley establece una serie de requisitos mínimos a los que debe ajustarse el funcionamiento de un software, de forma que se protejan los derechos de los usuarios. Estos requisitos se denominan "requerimientos no funcionales legales".
Algunos de los requisitos no funcionales legales más importantes son los siguientes:
- Garantía de calidad: el software debe cumplir con unos estándares mínimos de calidad establecidos por la ley, de forma que el usuario pueda confiar en su correcto funcionamiento.
- Protección de datos: el software debe proteger los datos personales de los usuarios, garantizando su privacidad.
- Accesibilidad: el software debe ser accesible para todos los usuarios, independientemente de su nivel de habilidad o discapacidad.
- Seguridad: el software debe estar protegido contra ataques externos que puedan comprometer su funcionamiento o el de los datos almacenados en él.
Cumplir con estos requisitos no funcionales legales es obligatorio para todos los desarrolladores de software, y failure to do so puede resultar en sanciones graves.