Una de las principales consideraciones a tener en cuenta al diseñar una aplicación es su escalabilidad. La escalabilidad es la capacidad de una aplicación para ampliarse para hacer frente a un mayor tráfico y carga de datos. Algunos de los requisitos no funcionales más importantes para la escalabilidad son el rendimiento, la disponibilidad y la capacidad. Una aplicación debe ser capaz de manejar el aumento del tráfico y las cargas de datos sin una disminución significativa en el rendimiento. También debe ser capaz de recuperarse de un fallo y seguir funcionando de forma confiable. La escalabilidad es un aspecto importante a tener en cuenta en el diseño de una aplicación, ya que una aplicación que no puede escalar puede dejar de ser útil en un entorno de carga de trabajo intensivo.