La metodología de requerimientos funcionales se centra en la identificación y el análisis de los requisitos del usuario. Se trata de un proceso iterativo en el que se requieren varias interacciones con el cliente para comprender plenamente sus necesidades. Este proceso se divide en varias etapas, que se pueden resumir de la siguiente manera:
1. Identificación de requisitos
Esta etapa se centra en la recopilación de información sobre el problema que se está tratando de resolver. Se pueden utilizar diferentes técnicas para recopilar esta información, como entrevistas, análisis de documentos o observación directa.
2. Análisis de requisitos
Una vez que se han recopilado los requisitos, es necesario analizarlos para comprender mejor el problema. Se pueden utilizar técnicas de análisis de requisitos para ayudar a esta etapa, como el análisis de casos de uso o el análisis de objetivos.
3. Diseño de la solución
En esta etapa se crea un diseño de la solución que se va a implementar. Se deben tener en cuenta todos los requisitos identificados y analizados en las etapas anteriores.
4. Implementación de la solución
Una vez que se tiene un diseño de la solución, es necesario implementarla. Se pueden utilizar diferentes técnicas para esta etapa, como el desarrollo de software basado en componentes o el desarrollo de aplicaciones web.
5. Evaluación de la solución
Finalmente, una vez que la solución está implementada, se debe evaluar para asegurarse de que se cumplen los requisitos. Se pueden utilizar diferentes técnicas para esta etapa, como las pruebas de usabilidad o las pruebas de aceptación.