Una de las primeras cosas que debemos tener en cuenta a la hora de comenzar a trabajar en los requerimientos funcionales de una aplicación es la estructura. Es importante tener una buena estructura para que todo esté organizado y sea más fácil de seguir. La estructura también nos ayudará a identificar qué partes de la aplicación deben ser modificadas o mejoradas.
Por lo tanto, una buena estructura de requerimientos funcionales debe incluir:
Tener una buena estructura nos ayudará a garantizar que todos los requerimientos funcionales estén correctamente documentados y que sean fáciles de seguir. Si la estructura es clara y sencilla, será mucho más fácil identificar errores o problemas en la aplicación.