Los requerimientos funcionales clasifican los requerimientos en función de su propósito. Se pueden clasificar de muchas maneras, pero una forma común de hacerlo es en términos de "datos", "procesamiento" y "interfaz de usuario".
Datos: Los requerimientos de datos se refieren a los datos que el sistema debe almacenar y manipular. Por ejemplo, un requerimiento de datos podría ser "almacenar los datos de los clientes".
Procesamiento: Los requerimientos de procesamiento se refieren a las operaciones que el sistema debe realizar sobre los datos. Por ejemplo, un requerimiento de procesamiento podría ser "calcular el total de una factura".
Interfaz de usuario: Los requerimientos de interfaz de usuario se refieren a cómo el sistema interactúa con los usuarios. Por ejemplo, un requerimiento de interfaz de usuario podría ser "proporcionar una pantalla para ingresar los datos del cliente".