Red Dead Redemption requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits. Además, necesitarás un espacio libre de al menos 55 GB en tu disco duro. Para sacar el mayor provecho de la tarjeta gráfica, se recomienda tener una tarjeta gráfica de 8 GB. La tarjeta de sonido compatible con DirectX se requiere para el audio en el juego.
El juego está optimizado para funcionar en un sistema con Windows 10 de 64 bits con un procesador Intel Core i7-4770K o AMD Ryzen 5 1500X de 3,5 GHz, 16 GB de RAM, una tarjeta gráfica de 8 GB y 55 GB de espacio en disco duro. Para configuraciones más bajas, se recomienda un procesador Intel Core i5-2500K o AMD FX-6300 de 3,3 GHz, 8 GB de RAM, una tarjeta gráfica de 4 GB y 55 GB de espacio en disco duro. Para configuraciones más altas, se recomienda un procesador Intel Core i7-6700K o AMD Ryzen 7 1700X de 3,4 GHz, 16 GB de RAM, una tarjeta gráfica de 8 GB y 55 GB de espacio en disco duro.
Red Dead Redemption 2 es un juego muy exigente en cuanto a requisitos mínimos se refiere. Si tu equipo no cumple con estos requisitos, es posible que tengas problemas para jugarlo. Sin embargo, si cumples con los requisitos mínimos, deberías poder jugar el juego sin problemas.