querella requisito de procedibilidad

La querella es un requisito de procedibilidad para el ejercicio de la acción penal pública. Es decir, el Ministerio Público no puede iniciar la persecución penal de oficio, sino que necesita que alguien le haga la denuncia penal. En la actualidad, la querella es la forma más común de denuncia penal, aunque existen otras formas, como la denuncia anónima o la denuncia por medio de abogado.

La querella puede ser interpuesta por la víctima del delito, por su representante legal (en el caso de que la víctima sea una persona incapaz de ejercer sus derechos), o por el Ministerio Público. En la mayoría de los países, la querella también puede ser interpuesta por un particular, aunque en algunos países esta posibilidad está restringida a ciertos delitos.

La querella debe dirigirse al juez competente y debe identificar al imputado (la persona contra la que se dirige la acción penal), así como especificar el delito que se le imputa. En algunos países, la querella también debe indicar la prueba que se aporta para fundamentar la imputación. La querella debe ser firmada por la persona que la interpone o por su representante legal.

Una vez que la querella ha sido interpuesta, el juez debe decidir si procede o no la acción penal. Si el juez estima que la querella es fundada, procederá a admitirla y a ordenar la apertura de la instrucción penal. Si el juez estima que la querella es infundada, la rechazará y ordenará el archivo de las actuaciones. En algunos países, el juez también puede decidir de oficio si procede o no la acción penal, sin necesidad de que se haya interpuesto una querella.

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