La calidad de un producto o servicio es el grado en el que éste cumple con las expectativas establecidas. Los requisitos de calidad son aquellos aspectos del producto o servicio que deben cumplirse para satisfacer las necesidades del cliente. La calidad no es una característica inherente del producto o servicio, sino que es una percepción del cliente. Esto quiere decir que dos clientes pueden tener percepciones diferentes de la calidad de un mismo producto o servicio.
Los requisitos de calidad pueden ser cuantitativos (medibles) o cualitativos (no medibles). Los requisitos cuantitativos se pueden expresar en términos de rendimiento, precisión o durabilidad. Los requisitos cualitativos se pueden expresar en términos de apariencia, sensaciones o características subjetivas. Los requisitos de calidad deben establecerse antes de que el producto o servicio se ponga en el mercado, ya que una vez que el producto o servicio está en el mercado, será muy difícil modificarlo para cumplir con los requisitos de calidad.
Hay varios enfoques para asegurar que se cumplan los requisitos de calidad. Uno de los enfoques más populares es el modelo de calidad de Deming, que se basa en cuatro principios:
Otro enfoque para asegurar la calidad es el modelo de calidad de ISO 9000, que se basa en ocho principios: