Un plazo fijo es una inversión a corto plazo donde el inversor deposita una suma de dinero en un banco y recibe un interés por ello. Algunos de los requisitos para poder realizar un plazo fijo son:
Los plazos fijos suelen tener una duración de uno o dos años, aunque también existen algunos de corto plazo de unos pocos meses. En algunos casos, el inversor puede renovar el plazo fijo por un período más largo si así lo desea.
Los plazos fijos ofrecen seguridad ya que el inversor sabe de antemano cuánto dinero va a ganar. Sin embargo, esto también significa que los rendimientos no suelen ser muy altos. Por lo general, los plazos fijos no son la mejor opción para inversores con pocos recursos ya que el monto mínimo suele ser bastante alto.