Necesitas un pasaporte para viajar a Estados Unidos, independientemente de tu país de origen. Si no tienes uno, ponte en contacto con tu oficina local de pasaportes. Si eres ciudadano estadounidense, asegúrate de que tu pasaporte esté vigente y que tengas suficientes páginas en blanco para los sellos de entrada.
Algunos visitantes pueden solicitar una visa de turismo o de negocios, dependiendo de su país de origen y de la duración de su estadía. Algunos países tienen acuerdos con Estados Unidos que les permiten a sus ciudadanos viajar sin visa, mientras que otros requieren que los visitantes soliciten una visa antes de viajar. Si necesitas una visa, ponte en contacto con tu embajada o consulado local de Estados Unidos para solicitarla.
Una vez que tengas tu pasaporte y, en su caso, una visa, registra tu viaje con el Departamento de Estado de los Estados Unidos. Esto te permitirá acceder a información importante sobre tu viaje y te permitirá ser contactado en caso de una emergencia. También es una buena idea dejar tu itinerario con un amigo o familiar.
Cuando llegues a Estados Unidos, espera que te pidan que presentes tu pasaporte y, en su caso, tu visa en la línea de inmigración y aduanas. También te harán algunas preguntas sobre tu viaje y te tomarán la fotografía y las huellas dactilares. Si todo va bien, recibirás un permiso de viaje válido por un cierto número de días.
Mantén tu pasaporte y permiso de viaje a mano en todo momento durante tu estadía en Estados Unidos. Es posible que te pidan que los presentes en cualquier momento, así que no los pierdas de vista. Si pierdes tu pasaporte, ponte en contacto con tu embajada o consulado local de Estados Unidos lo antes posible.