Los padrinos de confirmación deben cumplir con varios requisitos para ser considerados aptos para el sacramento. En primer lugar, deben ser católicos practicantes. Esto significa que deben asistir a la iglesia regularmente y ser miembros activos de la comunidad católica. En segundo lugar, deben estar dispuestos y capaces de guiar al confirmando en su fe católica. Deben ser un ejemplo a seguir y estar dispuestos a responder a las preguntas que el confirmando pueda tener. En tercer lugar, deben ser mayores de 18 años. Esto es para garantizar que los padrinos sean lo suficientemente maduros para asumir la responsabilidad de guiar al confirmando en su fe. Finalmente, deben estar dispuestos a firmar una declaración de intención de ser padrinos de confirmación. Esta declaración se utiliza para garantizar que los padrinos cumplan con todos los requisitos y que estén dispuestos a asumir las responsabilidades que se les asignarán.