Para optar a la Guardia Civil es necesario: ser español, tener 21 años cumplidos y no haber llegado a los 35. No se exige tener titulación académica específica, pero sí haber cursado y superado la ESO o tener un título de Formación Profesional de Grado Medio. Los aspirantes deben superar una serie de pruebas físicas, psicotécnicas y médicas, así como un curso de formación de un año.
Para presentarse a las oposiciones de Guardia Civil, es necesario superar una serie de pruebas físicas, psicotécnicas y médicas, así como un curso de formación de un año. En la actualidad, la plaza de Guardia Civil se encuentra en el cuerpo de Seguridad, por lo que es necesario superar las pruebas de acceso a dicho cuerpo.
Las pruebas físicas consisten en una serie de ejercicios de resistencia, fuerza, agilidad y coordinación. Por ejemplo, el salto de longitud, el salto de altura o el test de Cooper. En cuanto a las pruebas psicotécnicas, estas evalúan las aptitudes y capacidades intelectuales de los aspirantes. Se trata de una serie de test de inteligencia, memoria, atención, razonamiento y percepción.
Por último, las pruebas médicas tienen como objetivo comprobar que el aspirante cumple con los requisitos físicos y psíquicos exigidos para el desempeño de la Guardia Civil. Entre las pruebas médicas más importantes se encuentran el análisis clínico, el electrocardiograma, la prueba de esfuerzo y la prueba de coordenación.