Las oposiciones para trabajar en la Unión Europea requieren una serie de requisitos a cumplir, entre ellos, poseer la nacionalidad de un país miembro de la UE, tener un título universitario y, en algunos casos, un nivel de conocimientos de lenguas extranjeras. También se valora la experiencia profesional, aunque no es obligatoria.
Para presentarse a las oposiciones, los candidatos deben superar una serie de pruebas selectivas y, en algunos casos, un periodo de formación. Las pruebas selectivas suelen consistir en una o varias pruebas de conocimientos, una prueba de aptitud física y una entrevista personal. El periodo de formación suele durar unos meses y, al finalizar, los candidatos deben superar un examen final.
Los candidatos que superan las pruebas y el periodo de formación se les asigna un puesto de trabajo en una de las instituciones de la Unión Europea. Los puestos de trabajo en la Unión Europea son muy variados, desde funcionarios a técnicos, y el sueldo suele ser muy competitivo.