Para optar a una plaza de trabajo social en cualquier administración pública, es necesario superar un proceso de oposición. Este proceso de selección se rige por la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
El proceso de oposición para trabajo social está compuesto por una serie de fases:
- Examen teórico-práctico
- Evaluación de méritos
- Examen psicotécnico
- Curso de formación específica
Para poder superar el proceso de oposición y acceder a una plaza de trabajo social, es necesario cumplir una serie de requisitos:
- Ser español o nacional de un estado miembro de la Unión Europea
- Tener la capacidad funcional para el ejercicio de las funciones
- No haber sido separado mediante expediente disciplinario del servicio de cualquier administración pública, ni hallarse en inhabilitación absoluta para el ejercicio de funciones públicas
- Estar en posesión del título de licenciado o diplomado en trabajo social
- No padecer enfermedad ni tener deficiencia física que imposibilite el correcto desempeño de las funciones
- No haber sido condenado por delito doloso, salvo que haya transcurrido un tiempo suficiente para considerar que el condenado ha rehabilitado su conducta
Una vez superado el proceso de oposición, los nuevos trabajadores sociales deberán superar un curso de formación específico de un año de duración.