Para optar a un puesto de trabajo en las instituciones penitenciarias es necesario superar un proceso de selección que consta de diversas pruebas. En concreto, el proceso de selección está compuesto de las siguientes fases:
- Probar de conocimientos: consiste en un examen escrito de carácter eliminatorio en el que se evalúan los conocimientos mínimos exigibles para el puesto de trabajo.
- Evaluación de méritos: se evalúan los méritos aportados por el candidato en función de su experiencia laboral, formación académica y otros aspectos relacionados con el puesto de trabajo.
- Prueba de aptitud física: se realiza una prueba de aptitud física para comprobar que el candidato reúne las condiciones físicas necesarias para el puesto de trabajo.
- Prueba de aptitud psicológica: se realiza una prueba psicológica para comprobar que el candidato reúne las condiciones psicológicas necesarias para el puesto de trabajo.
- Evaluación de idiomas: se evalúa el nivel de conocimiento de idiomas del candidato en función de su experiencia laboral, formación académica y otros aspectos relacionados con el puesto de trabajo.