La nacionalidad por opción se otorga a aquellas personas que no son ciudadanos de ningún país y que deciden solicitar la nacionalidad de un país. Esto puede ocurrir por varias razones, como por ejemplo, el matrimonio, la adopción, el trabajo o la educación. Aunque cada país tiene sus propias reglas en cuanto a la nacionalidad por opción, existen algunos requisitos comunes que se deben cumplir.
En primer lugar, es necesario que la persona solicitante no sea ciudadana de ningún país. En segundo lugar, la persona debe demostrar un vínculo con el país al que solicita la nacionalidad. Esto puede ser un vínculo cultural, histórico o familiar. En tercer lugar, la persona debe cumplir con todos los requisitos legales del país, como por ejemplo, tener un permiso de residencia válido. Y, por último, la persona debe demostrar un buen comportamiento. Esto quiere decir que no puede tener antecedentes penales ni estar involucrada en actividades ilícitas.
La nacionalidad por opción se otorga por un período de tiempo determinado y, una vez que se ha obtenido, se puede renovar indefinidamente. Sin embargo, si la persona solicitante no cumple con los requisitos o deja de cumplirlos, puede perder la nacionalidad.