Residir en Uruguay durante un mínimo de cinco años de forma ininterrumpida, acreditado mediante certificado de residencia, otorgado por el Ministerio del Interior uruguayo.
No padecer enfermedad mental o física que constituya un peligro para la sociedad uruguaya.
Contar con una pensión o renta suficiente para no ser una carga para el Estado uruguayo.
No haber sido condenado por un delito en Uruguay o en el extranjero, si la pena impuesta fue de prisión mayor de un año.
No haber sido expulsado del territorio uruguayo.
No figurar como persona no grata en ningún país del Mercosur.
No estar sujeto a proceso penal ni haber sido condenado por delitos cometidos en el territorio uruguayo, si la pena impuesta fue de prisión mayor de un año.
No haber cometido delitos contra la seguridad del Estado uruguayo.
Contar con un seguro médico que cubra los gastos de salud en Uruguay.
No tener antecedentes penales en ningún país.
Estar al día con las obligaciones tributarias en Uruguay.
No tener deudas pendientes con el Estado uruguayo.
Contar con una vivienda propia o alquilada en Uruguay.
No tener problemas de orden público ni haber sido condenado por delitos contra la seguridad del Estado uruguayo.