Para ser monitor escolar se requiere, ante todo, tener mucha paciencia. Es importante respirar hondo y saber esperar a que el niño comprenda. Otra cualidad fundamental es la creatividad. Los monitores deben ser capaces de hacer frente a cualquier imprevisto y de ser capaces de sacar adelante la actividad que tengan planificada. Asimismo, es importante tener iniciativa y ser dinámico. Los monitores deben ser capaces de llevar a cabo actividades variadas y de mantener vivo el entusiasmo de los niños. Otro requisito imprescindible es saber trabajar en equipo. Los monitores deben ser capaces de coordinarse con el resto del equipo educativo y de colaborar en todo momento. Por último, es importante tener flexibilidad y ser adaptable. Los monitores deben ser capaces de cambiar de opinión cuando sea necesario y de ajustarse a las necesidades de los niños.