La libertad condicional es una forma de libertad provisional que se otorga a un recluso antes de que se cumpla su sentencia completa. En la mayoría de los casos, los reclusos deben cumplir ciertos requisitos y condiciones antes de que se les otorgue la libertad condicional. Estos requisitos y condiciones pueden incluir el cumplimiento de un programa de rehabilitación, el pago de una multa o la indemnización de las víctimas, entre otros. Si se cumplen todos los requisitos y condiciones, la libertad condicional se otorgará de forma automática. Si no se cumplen, el recluso podrá ser devuelto a la cárcel para completar su sentencia.
Aunque la libertad condicional puede ser otorgada por un juez o un tribunal, en la mayoría de los casos es otorgada por el servicio de libertad condicional de la prisión. El servicio de libertad condicional es el encargado de supervisar a los reclusos en libertad condicional y asegurarse de que cumplen todos los requisitos y condiciones establecidos. Si un recluso incumple alguna de las condiciones de su libertad condicional, el servicio de libertad condicional puede revocar su libertad condicional y enviarlo de vuelta a la cárcel.