La jubilación es un derecho que adquieren todos los trabajadores al terminar su vida laboral. En España, la edad de jubilación está fijada en 65 años y un mes para los hombres y en 65 años y tres meses para las mujeres. No obstante, existen ciertas condiciones que permiten acceder a la jubilación anticipada.
Para poder jubilarse anticipadamente, es necesario cumplir ciertos requisitos, como haber cotizado un número mínimo de años (35 años para los hombres y 30 para las mujeres), tener una determinada edad (60 años para los hombres y 55 para las mujeres) o estar en situación de invalidez.
Una vez se cumplen los requisitos necesarios, la jubilación anticipada se puede solicitar de forma voluntaria o forzosa. La jubilación voluntaria se produce cuando el trabajador decide dejar de trabajar y cotizar a la Seguridad Social, mientras que la jubilación forzosa se produce cuando el trabajador es despedido por causas objetivas como la edad o la invalidez.
La jubilación anticipada tiene un impacto directo en la pensión que se va a percibir. Cuanto antes se solicite, menos años se tendrán cotizados y, por tanto, la pensión será menor. No obstante, existen ciertas bonificaciones que pueden incrementar la pensión, como por ejemplo, si se cotiza durante más de 40 años o si se trabaja en una actividad especialmente penosa o peligrosa.