Los inventarios extrajudiciales son un proceso simplificado para hacer frente a la muerte de un ser querido y el reparto de sus bienes. No requieren de un abogado y se pueden hacer de forma totalmente gratuita. Sin embargo, para que el proceso sea válido, hay que cumplir una serie de requisitos y seguir unos pasos muy concretos.
¿Qué es un inventario extrajudicial?
Un inventario extrajudicial es el proceso legal que se utiliza para repartir los bienes de una persona fallecida entre sus herederos. Se trata de una forma simplificada de hacer frente a la muerte de un ser querido, ya que no requiere de la intervención de un abogado.
En España, el inventario extrajudicial está regulado en el artículo 765 del Código Civil. Este proceso se puede utilizar siempre y cuando los herederos estén de acuerdo en todos los puntos y no haya bienes que repartir por valor de más de 100.000 euros.
Requisitos del inventario extrajudicial
Para poder hacer un inventario extrajudicial, hay que cumplir una serie de requisitos. En primer lugar, todos los herederos deben estar de acuerdo en todos los puntos. Si hay alguna discusión, el proceso no podrá seguir adelante.
En segundo lugar, el valor total de los bienes que se van a repartir no puede superar los 100.000 euros. Si hay bienes por valor de más de 100.000 euros, el proceso será más complejo y tendrá que hacerse de forma judicial.
Por último, otro requisito es que el fallecido no haya dejado testamento. Si el fallecido dejó testamento, el proceso de reparto de sus bienes seguirá las instrucciones que él mismo haya dejado en el documento.
Pasos a seguir en un inventario extrajudicial
El primer paso para hacer un inventario extrajudicial es acudir a la notaría. Allí, se levantará un acta en la que se hará constar el fallecimiento y se nombrará a un notario como interventor. El notario será el encargado de llevar a cabo todo el proceso.
A continuación, se hará una lista de todos los bienes del fallecido. Se incluirán los bienes inmuebles, los muebles, el dinero en efectivo, las cuentas bancarias, los seguros, etc. Todos los bienes se valorarán en su precio actual.
Una vez que se haya hecho la lista de bienes, se hará una propuesta de reparto entre los herederos. Si todos están de acuerdo, se firmará un acuerdo y se levantará un acta en la que se hará constar el acuerdo alcanzado. Si hay algún desacuerdo, el proceso tendrá que hacerse de forma judicial.
Por último, una vez que se haya hecho el reparto, se levantará otra acta en la que se hará constar el reparto de bienes. Esta acta se entregará a cada uno de los herederos junto con una copia del certificado de defunción.