Según el estudio realizado por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad de Barcelona, el ingreso mínimo vital es una prestación económica que garantiza un nivel mínimo de ingresos a aquellas personas que no disponen de otros recursos suficientes para hacer frente a sus necesidades básicas. El estudio señala que el ingreso mínimo vital debe ser suficiente para cubrir las necesidades básicas de alimentación, vivienda, calefacción, vestido y cuidado personal, así como otras necesidades esenciales como son el transporte, el teléfono o internet. Según el estudio, el ingreso mínimo vital debe ser compatible con una vida digna y debe ser ajustado periódicamente en función de la evolución de los precios y de las necesidades de las personas.