En 2017 el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales presentó una propuesta de reforma laboral que establecía el ingreso mínimo vital (IMV) como una prestación para todos aquellos trabajadores que no pudiesen acceder a una renta mínima. En 2019, el Gobierno aprobó la ley que regula el IMV, que se establece en 664 euros al mes para las personas solteras y en 1.032 euros para las personas en pareja. El IMV está destinado a aquellas personas que no perciben ninguna prestación por desempleo o pensión y que no tienen ingresos suficientes para vivir por otros medios. Para acceder al IMV, los solicitantes deben cumplir una serie de requisitos, como residir en España de forma continuada durante los últimos cinco años, no percibir ninguna prestación por desempleo o pensión y no tener ingresos suficientes para vivir por otros medios. El IMV se abona en efectivo y se renueva automáticamente cada año, siempre y cuando los beneficiarios cumplan los requisitos establecidos.