Incapacidad temporal es una prestación por desempleo que se otorga a aquellas personas que están en situación de desempleo y que, además, cumplen una serie de requisitos establecidos por la Ley. La incapacidad temporal tiene como finalidad proteger a los trabajadores en caso de pérdida de empleo, y se otorga en función de un período de cotización previo. Para poder acceder a la prestación, el trabajador debe haber cotizado un mínimo de 180 días en los últimos 5 años.
Para poder cobrar incapacidad temporal es necesario que el trabajador se encuentre en situación de desempleo y que cumpla una serie de requisitos establecidos por la Ley. En concreto, el trabajador debe haber cotizado un mínimo de 180 días en los últimos 5 años. Además, la incapacidad temporal solo se otorgará si el trabajador ha agotado todas las prestaciones por desempleo a las que tiene derecho.
La incapacidad temporal tiene una duración máxima de 2 años, y se renueva automáticamente cada 6 meses. No obstante, el trabajador debe acreditar cada 6 meses que continúa en situación de desempleo. Asimismo, el trabajador debe estar dispuesto a aceptar un empleo en cuanto le sea ofrecido, y debe estar inscrito como demandante de empleo. En el caso de que el trabajador rechace una oferta de empleo, perderá el derecho a cobrar incapacidad temporal.