Los funcionarios de prisiones son agentes del orden público que trabajan en comisarías y cárceles, garantizando la seguridad de los reclusos y el cumplimiento de las leyes. También se encargan de realizar tareas de vigilancia, control y custodia de los detenidos, así como de proporcionarles asistencia.
Para ser funcionario de prisiones se requiere tener nacionalidad española, haber superado la mayoría de edad y tener una buena condición física y psíquica. También es necesario tener un título de Bachiller o equivalente, así como un Certificado de Profesionalidad de Seguridad Privada o un Diploma de Técnico Superior en Seguridad Privada. Además, se debe superar un examen de acceso y un curso de formación.