La emancipación es el proceso legal mediante el cual un niño o adolescente obtiene la mayoría de edad y se convierte en un adulto. En algunos casos, los padres pueden elegir emancipar a sus hijos antes de que cumplan 18 años. Algunos estados requieren que el niño sea mayor de 16 años para solicitar la emancipación.
Para ser emancipado, el niño debe ser capaz de demostrar que es capaz de cuidar de sí mismo. Esto significa que debe ser capaz de pagar su propio alquiler, comprar su propia comida y pagar sus propios gastos médicos. También debe ser capaz de demostrar que tiene un trabajo y un ingreso regular.
En algunos estados, el niño también debe ser capaz de demostrar que tiene un lugar seguro donde vivir. Esto significa que debe tener una dirección permanente y un lugar seguro para dormir. También debe ser capaz de demostrar que tiene acceso a los servicios básicos, como agua, electricidad y gas.
Algunos estados también requieren que el niño sea capaz de demostrar que tiene un plan para su educación o formación profesional. Esto significa que debe tener una idea de lo que quiere estudiar y cómo va a pagar por sus estudios. También debe ser capaz de demostrar que tiene un plan para obtener un trabajo una vez que se gradúe.
Una vez que el niño cumple con todos los requisitos, debe presentar una solicitud formal de emancipación ante el tribunal. El tribunal examinará la solicitud y, si se considera que el niño es lo suficientemente maduro para ser emancipado, emitirá una orden de emancipación.
Una vez que el niño es emancipado, ya no está sujeto a las leyes de tutela de los padres. Esto significa que el niño es libre de vivir donde quiera, trabajar donde quiera y tomar sus propias decisiones. Sin embargo, también significa que el niño es responsable de sus propias acciones y debe asumir las consecuencias de sus decisiones.