La dación en pago es una figura jurídica que permite al deudor, en lugar de pagar la deuda, entregar el bien por el que se le exige el pago. Se trata de una alternativa al pago de la deuda, que solo se puede realizar si el acreedor lo acepta de forma expresa. Si el acreedor no acepta la dación en pago, el deudor deberá seguir pagando la deuda conforme al contrato original.
La dación en pago se suele utilizar en el ámbito de los préstamos hipotecarios. De esta forma, en lugar de pagar la deuda pendiente, el deudor entrega la vivienda al acreedor, quien se quedará con ella y cancelará la deuda. No obstante, esta figura también se puede utilizar en otros ámbitos, como en el pago de deudas fiscales.
Para que la dación en pago sea válida, es necesario que se cumplan ciertos requisitos. En primer lugar, debe existir un contrato válido y efectivo entre el deudor y el acreedor. En segundo lugar, el bien que se entregue en pago debe pertenecer al deudor y estar libre de cargas. En tercer lugar, el deudor debe notificar al acreedor de su intención de realizar la dación en pago. Y, por último, el acreedor debe aceptar expresamente la dación en pago.