La custodia compartida es un arreglo en el que los niños pasan la misma cantidad de tiempo con cada uno de sus padres. En la mayoría de los casos, esto significa que los niños pasan una semana con uno de los padres y la siguiente semana con el otro. A veces, la custodia compartida puede significar que los niños pasan unos días con un padre y otros días con el otro.
La custodia compartida requiere que los padres trabajen juntos para tomar decisiones sobre el bienestar de sus hijos. Los padres deben estar de acuerdo en cosas como la educación, la religión y el cuidado de la salud de sus hijos. También deben estar de acuerdo en cómo manejarán los conflictos y se comunicarán entre ellos.
La custodia compartida no es adecuada para todas las familias. Las familias que no pueden llevarse bien probablemente no sean buenas candidatas para la custodia compartida. Los niños necesitan un ambiente estable y seguro y si sus padres no pueden proporcionarlo, es posible que la custodia compartida no sea la mejor opción para ellos.
Algunos estados requieren que las familias que buscan la custodia compartida participen en una clase o programa de educación sobre cómo llevar a cabo una custodia compartida de forma segura y efectiva. Estos programas pueden ayudar a las familias a aprender a comunicarse mejor y a tomar mejores decisiones sobre el bienestar de sus hijos.
La custodia compartida puede ser una gran opción para las familias que pueden llevarse bien y que están dispuestas a trabajar juntas para hacer lo mejor para sus hijos. Sin embargo, no es adecuada para todas las familias. Si usted está considerando la custodia compartida, hable con un abogado o con un consejero de familia para obtener más información sobre si es una buena opción para usted y su familia.