Los requisitos para bautizar licitamente a un niño son simples y claros. En primer lugar, el niño debe ser bautizado por un ministro autorizado. En segundo lugar, el niño debe estar presente en el momento del bautismo. Y en tercer lugar, el niño debe tener al menos siete años de edad. Dado que el bautismo es un sacramento, estos requisitos se han establecido para asegurar que el sacramento se reciba de la manera correcta y que el niño esté preparado para recibirlo.
Si se cumplen estos requisitos, el bautismo es válido y licito. Si no se cumplen, el bautismo no será válido y, por lo tanto, el niño no podrá recibir los beneficios del sacramento. Es importante tener en cuenta que, si bien el bautismo es un sacramento, también es un acto jurídico. Por lo tanto, si el niño no cumple con los requisitos establecidos por la ley, el bautismo no será válido.